Pensé que había comentado algo acá en lo de Peanuts!... ahora no recuerdo exactamente que era lo que le quise decir cuando lo leí por primera vez... pero supongo que que tenía que ver con el estudio.
Hoy... La mente en blanco, que lindo suena eso. La mente en nada, en nada de nada. Blanco. Blanco papel. Tiza. Blanco...
No, mi mente nunca se queda en blanco. Piensa en blanco, que no es lo mismo.
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No, ni siquiera en los exámenes... En esos momentos de incertidumbres piensa en lagunas llenas de typhas, y junquillos. En las orillas, líneas enredadas en las plantas sumergidas. Piedras de construcción y vidrios rotos.
Sol fulguroso, pero se cierne esta oscuridad eterna.
...
Rayos violetas y rojos caen detrás de mis párpados, duelen justo detrás de mi cerebro. La electricidad se expande por todo mi cuerpo. Me quedo inmóvil, o me muevo, pero para disimular...
Rayos tiemblan en mi cabeza, en el interior de mis huesos.
Y me quedo inmóvil por dentro. Muerto. Pero no se nota. Me muevo al son de los cuerpos. Si hablo es para decir las cosas que deberían ser escuchadas en momentos como ese. Si me muevo es para mover las cosas que tienen que ser movidas en momentos como ese.
Creo que disimulo el miedo y la vergüenza así, pero estoy quieto realmente. Frío. Muerto.
...
Camino rápidamente
mirando a mi alrededor,
temeroso,
camuflándome en cada paso
con confianza
y seguridad.
La mochila está pesada, y está camuflada también.
Se le rompió una correa, me quema la cara.
El sol está fuerte. Me duele la espalda.
Con una mano cruzada en el pecho sostengo la correa rota.
Sigo caminando mirando sin mirar.
Entre todas las cosas que cargo en la mochila hay un pabilo ceroso pero que está húmedo, no se enciende. Hay un alajero barato lleno de cosas diminutas, tesoros de niñez que tapan el doble fondo.
Debajo está el mecanismo de la caja de música. Pero está dañado.
Hay un león bebé muerto, pero que sigue vivo. Una sandía reventada, con las semillas desparramadas. Una botella de kerosene vencido. Un alacrán. Una pluma de gallo seco. Un ronquido. Una escapada en la madrugada. Silencio. Café batido. Mucho ruido. Una escalera. Un short con números. Otro de dos colores. Una hoja de palta. Una película con un barco en el mar. La luz "cortada". Patio.
Cena multitudinaria. Una pregunta. No. Calor, mucho calor.
Vueltas carnero. Un perfume a carne dulce. Una suave caricia en la boca. Jugar a las escondidas. Descanso.
Una barricada en la puerta. Tarzán. Un sillón viejo, forrado en una tela sintética que raspa. Errores, muchos. Un ritual para que llueva. Agua en una botella. Dos gorriones muertos. Una trampera. Cajones de manzanas con alguna podrida. Podredumbre húmeda (Erwinias carotovoras).
Una habitación nueva, chica. Oscuridad húmeda. Luz caprichosa. Enojo. Vergüenza. Enojo. Terrome, terrome, te sin, te san, terrome, terrome, te pum, Bajá! Iguales. Sigue. Frenesí. Puerta de entrada. Alboroto. Cuernitos de grasa. Risas.
Otra habitación nueva. Un altillo. Una espina. Mala espina.
Un cartón. Papel de diario. Revistas envueltas en él. Desconfianza. Dos perros. Otra escalera, oscura, peligrosa, tenebrosa. Una habitación enorme, desordenada, sucia, quizá con ratas. Una ronda. Sorpresa. Un estallido.
...
Una salida nocturna. Un cabaret de cuarta. Susto. Primera fila. Una mano. Retos. Corridas. ¿Adultos? No, jueguitos de video. Regreso complicado. Viaje largo en un colectivo frío. Reproches infantiles. Enojo. Descenso apresurado en el viaje interrumpido. Me siguen. Los pierdo. Se pierden y no me importa, me alegra. Noche oscura, y fría. Regreso salvo. Remordimiento por los perdidos lejos en la noche fría. Me apaño. Duermo
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Un llamado. Otro secreto. Pollo. Con asco. Dolor. Molestia. Mas que antes. Se acumula. Una evidencia estúpida. Una respuesta rápida e inteligente. Crimen. Secreto.
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¿En Blanco? No, nunca.
Después leí en otro blog algo que llevó a mi mente hacia otro lado, y como ocurrió todo muy seguido decidí seguir con el brainstormig, ahora en otro área.
Otra de las cosas que cargo en este viaje hacia la montaña esa, es esta sensación rara de no sentirLA o no sentir CON.
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Miedo siento... Piedras debajo de la piel. Púas en los ojos. El cerebro ardido y entumecido. Las manos sin tacto. Los labios partidos siento...
Sentir CON la otra persona. Sentir a LA otra persona. En algún momento sentir otro corazón, otra alma, otra piel. ¿O es que no se siente nada? ¿Será normal no sentir? Bueno en verdad yo siento, si, no es que no sienta nada. Siento inseguridad, vergüenza, miedo. Seguramente es tanto lo que siento que no me dejo disfrutar. ¿Será que no puedo? ¿Pude alguna vez? Me recuerdo. No recuerdo a nadie mas. No recuerdo que nadie me haya pasado su placer. No recuerdo haber sentido el placer de la intimidad, del sexo. ¿Será por eso el miedo? Pero, yo sé que soy sensible a las palabras a los gestos, a las miradas... Mi cerebro es una cajita de sorpresas, con obstáculos y pequeños moldes, con vallas... Tendré que entrenarme en esto.
uuuuhhhh
¡En este momento quiero borrar todo!
¿Y porqué carajo no borré esto en lo de Rogelio? ¡Miraba para otro lado, y listo!
No sé.