Y si, cada tanto suele pasar que llegamos al último día.
Este, es el último día del año. El último día de un año malo o bueno, dependiendo de quién sea el que lo describa.
Como todas las últimas veces de algo, es única e irrepetible, y es todo o no es nada.
Pensemos que no importa si comemos las 12 uvas o si nos las tomamos, si brindamos encima de las sillas o si golpeamos las ollas con las llaves para atraer los buenos augurios.
Pensemos que el año cambia si cambia uno, si la señal es salida de nuestro ser.
Por eso, desde mi humilde lugar les deseo que la decisión que tomemos al enfrentar cada día de este nuevo año sea la que nos haga mas felices.
Renovemos nuestra felicidad y nuestras esperanzas, es un buen momento para decidirlo.
Yo, me propuse eso, un feliz 2007.
Felicidades! Tanti auguri! Abrazos
5 comentarios:
Qué oportuno...
Mmmm... Mmmm...
Qué miedo...
(Gracias).
kaitos: vos te empachaste con los dulces o qué? estamos esperando nuevos posts.
feliz año mi querido kaitos.
Espero que blogger beta permita que llegue este comentario.
Un abrazo y lo mejor, aunque sea ligeramente retrazado.
"Como todas las últimas veces de algo, es única e irrepetible"
tambien todos los comienzos, todos los entremedios y todos los encuentros son unicos e irrepetibles...
un beso grande y un feliz año nuevo!!
Cassiopeia: Hola!! Tenés razón. Sobre todo los encuentros.
Besos!!!
Pasa las cosas que continúan, tienen otros colores y otros móviles.
La última vez, es más que única e irrepetible. Es definitiva, es terminal.
El fin es abrupto.
Publicar un comentario