Yendo un anochecer

. 28 de octubre de 2007
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Unos instantes antes del fin,

obnubilado por un ser,

pierdo el conocimiento.


Pasaron segundos eternos

perdido en tu piel,

que no es mía.


El cálido reflejo de tu sombra

posada en mi pecho,

augurio de una locura.


Entonces,

por tu transparente mirada,

quedar como luciérnaga agonizante

en la velocidad de una noche de verano.


(¡H!)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

en verano el tiempo no para.

Kaitos dijo...

Que absurdo, Sr. Elogiado, el tiempo no para nunca. Je.

El tiempo, cruel tirano, le roba el tiempo a los enamorados, para acrecentar el sufrimiento de las desdichas.

Abrazo

Mariana dijo...

Ah no, no voy a permitir que le eche ud la culpa al tiempo. No despersonalice y hagasé cargo, si uno nació masoquitas y le gust andar acrecentando desdichas... hagasé cargo.

Kaitos dijo...

jajajaja Mariana, me refería a la relatividad del tiempo. Pero bueno, mañana también charlaré de eso.
Otro beso

Cassiopeia dijo...

que bonito... me acabo de dar cuenta que extrañaba pasar por aqui... sera que ultimamente no se aprovechar mis insomnios... o sera que me duermo rapido para simplemente dormir mal? ooo... lo haria diferente si pudiera empezar de nuevo? lo peor (sera lo mejor?) es que probablemente haria todo igual

un beso grande

N

Kaitos dijo...

Querida Cassiopeia: el destino ya está escrito, sólo nos queda elegir el camino que mas nos agrade para llegar a él.

Sepa que la sigo queriendo, a pesar de que me haya dejado de leer.

Espero que el sueño sea placentero, ahora que ha vuelto...

Beso