De unos días grises

. 21 de febrero de 2010
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Marañas de cosas tejidas en mis neuronas, pugnan por salir, así, enmarañadas,
vomitadas.

Siento que no va a funcionar y la retengo.

Me obligo a retenerla para intentar encarar cada una de sus hebras. Como si estando todas juntas no pudiera comprenderlas, conocerlas, cortarlas.

¿Qué, de todo lo que hice, era por mí?


Hoy un colibrí volaba a mi alrededor, libando en las salvias de mi jardín.
Estaba mojado, como todo lo que nos rodeaba.
Se posó sobre una rama a unos centímetros de mi cabeza.
Sentí que me miraba, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba.
Volvió a levantar vuelo,
sentí como con sus alas me salpicaba,
condensando la humedad del aire que nos envolvía,
que nos alejaba y nos unía.
Se quedó un rato en las salvias,
una a una las exploró.
Cuando se hubieron agotado,
soñando que giraba a mi alrededor una vez mas en señal de despedida,
se alejó.

Lo sutil de la vida ocurre.

La vida ocurre.



"La vida era eso que estaba ocurriendo, cuando estabas haciendo algo mas importante", dijo, y me conquistó.



(...)

1 comentarios:

dijo...

la vida ocurre, sucede... y está, estamos como podemos, como logramos tomarnos de ella, un abrazo