Reflexión I

. 24 de noviembre de 2018
  • Agregar a Technorati
  • Agregar a Del.icio.us
  • Agregar a DiggIt!
  • Agregar a Yahoo!
  • Agregar a Google
  • Agregar a Meneame
  • Agregar a Furl
  • Agregar a Reddit
  • Agregar a Magnolia
  • Agregar a Blinklist
  • Agregar a Blogmarks

Siempre es triste volver a casa. Pero es el lugar conocido, ese que nos sabe las mañas, que con los ojos cerrados ponemos los dedos dónde están las llaves de las luces o podemos sentarnos sin dudar dónde pega el aire cuando abrimos la ventana. Siempre es triste volver a casa. Pero el cariño de los vecinos que nos extrañaron no se hace esperar. Los panes caseros, la fruta fresca recién arrancada del árbol, las verduras de la huerta, son más ricos de lo que los recordabas. Siempre es triste volver a casa. Por eso nos vamos cuando cambia el viento.

(...)