Fragments (consider revising)

. 30 de agosto de 2010
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She was wearing a bright green dress at the church. Then in the road a black men suit. From one point to the other, there was more than twenty kilometers of distance and there have been less than ten minutes between the incidents. There is no human way to be in these two places at those times. But somehow she did it.

...

I was waiting for him in a bar. The second coffee was also as cold as the first one I've drank. I decided to wait just one more minute. It was not a surprise for me his absence. He usually is too much messed up for a call warning about his agenda modifications. I, always have good excuses for keep on waiting and to keep on trying.

...

Stan asked me out. He is the first man to ask me out since my husband died. I thought that my social life had ended and that I could never be with another man. But something was strongly showing me the fact that I was wrong, life just keeps on. Although, I felt strange when choosing the right clothes and matching the purse with those high heel shoes. My hair was a problem. I was decided to go out, but not to be at the hairdresser, I was not prepared to be the last news of the town.

(tries)

Pasado pluscuamperfecto

. 29 de agosto de 2010
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Hubo un tiempo en el que perderse, era encontrarse en tu mirada.

(...)

9 de Agosto

. 9 de agosto de 2010
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Estallidos.

Vómitos.

En el recuerdo, vómitos ajenos, a cualquier hora e intempestivos, sin sentido aparente para mí y destrozos varios en las neuronas mas cercanas al corazón. Y ni hablar del corazón.

Hoy el vómito fue mio. Y ahora siento lo que se siente vomitar. El desahogo que no es tal. La garganta ardida de tantas palabras juntas que se colisionan en el aire, estallando y aturdiendo a su paso. Palabras que nunca sabremos si llegan a destino como sonaban en la cabeza. Palabras que lastiman cuando salen y lastiman cuando vuelven a escucharse en el eco.

El vómito y el recuerdo de lo que es ser vomitado. Ser embestido por una situación inesperada, impensada y de incalculable tenor sentimental. No por inconmensurable, sino por no poder medirse con epítetos o reglas gramaticales. Sentirse vomitado, es sentirse abandonado debajo de una catarata de asuntos no resueltos, de situaciones ajenas y extrañas.

Por eso también siento culpa por haber vomitado. Culpa por haber generado una situación que varias veces odié sufrir. Culpa por haber dado motivos fundados a móviles infundados. O viceversa.

Pero sobre todo, culpa por haber dañado a un ser amado.

Dolor.


Espasmos.


Vómitos.


(Perdón)

Un final

. 8 de agosto de 2010
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Las velas de los barcos escapan al océano. Los pañuelos revolotean sin descanso y las mujeres bailan en ronda. Las olas apenas mecen a los navíos, no se comparan con las tormentas que atavesaron meses atrás.

Los marinos hacen un último esfuerzo y preparan la cubierta para la llegada a puerto. Todos los morrales están listos para ser devueltos a casa. De entre los gritos con órdenes y anuncios, se pueden distinguir canciones de felicidad y de esperanza.

Sin embargo un par de bocas se vuelven melancólicas por el final del viaje. A pesar de los esfuerzos por disimularlo, esperan que el viaje no termine nunca. Todo el cuerpo los engaña, necesitan llegar a casa para descansar, encontrarse con sus seres queridos, pero esperan no tener que bajar nunca a ese muelle. En ese viaje se encontraron y se compartieron como nunca. No quieren que termine así.

Los suspiros nunca llegan a destino y, entre las órdenes y las tareas, se perdieron. La muchedumbre copó todos los puestos, la fiesta no daba lugar a nuevos encuentros.

A medida que los barcos avanzan, las mujeres gritan de contento y bailan cada vez mas alegres. Las polleras y los pañuelos multicolores parecen estrellas fugaces rozando el suelo...

(...)

Barrenador de libros

. 7 de agosto de 2010
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: Biol. Larva de polilla literaria, que se alimenta de libros. Culta, porque lee lo que ingiere.


...
Libros arrumbados. Biblioteca descuidada. Libros,
no sopas de palabras...

Hace un tiempo caí en la cuenta del número de libros que se habían acumulado en mi mesa de noche. Mas de diez. Me pone algo triste no poder seguirles el paso a esas historias. El devenir de las actividades no me dejan tiempo ni fuerzas para atreverme, como cuando era niño, a soltar las amarras de la realidad y fundirme entre las páginas hasta que uno de los dos dijera basta.

También me percaté de la variedad. No voy a nombrar los autores, para hacerme el interesante. Van desde la filosofía al humor, pasando por novelas y prosa, hay ficciones y crónicas, agronómicos, y claro, no falta alguno de cocina.

Recordé que hace unos años tenía la costumbre de postear esta cadena, y reflotar alguna frase de esos libros cercanos, así que vuelvo a proponerles el juego. No hace falta que posteen la respuesta.

Como siempre no los obligo a seguir la cadena, sigo sin prometerles buenaventura o desgracias.


Las instrucciones son las siguientes:

1.- Tomen el libro mas cercano. ¡¡AL AZAR!!

2.- Busquen la página 123 del libro (si no tiene 123 páginas, cambien de libro o tomen una hoja cualquiera)

3.- En esa página ubiquen la 5º frase (si, la 5ta oración) y transcriban las siguientes 3 frases. (O hasta donde crean conveniente)



Estiro mi brazo y encuentro en mi mesa de noche "El Peregrino", de Paulo Coelho



[ ... ] "Subimos una pequeña elevación y, cuando llegamos arriba, pude ver la torre principal de la iglesia de Santo Domingo de la Calzada. La visión me animó; empecé a soñar con las comodidades y la magia del Parador Nacional. Por lo que había leído, el predio había sido construído por el propio santo para albergar a los peregrinos. Cierta noche, había pernoctado ahí el propio san Francisco De Asís, en su caminata a Compostela. Todo aquello me llenaba de excitación."




(...)

Ruined

. 6 de agosto de 2010
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Lo arruino.

En un segundo perdí la concentración, todo mi buen humor y mis buenas intenciones se esfumaron. Desapareció todo lo que me protegía y me sentí desnudo, sólo y con frío.

Tras días de ocultar la tristeza por miedo a la distancia y a la soledad, la realidad me retuerce la neurona y me pierdo en mi propia nube de humo. Como turco en la neblina. Como vendehumos en el smog.

Intensas ráfagas de desesperación y desconcierto surcan los cielos. La certeza del desamparo y la falta de un mimo del destino se sienten gestarse en el interior del envase.

Y el destino.

Y el destiempo.


(...)