Neumonía

. 16 de agosto de 2009
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¿Es la fiebre una dolencia?
Es una respuesta.
Respuesta a inciertas inquietudes
que aquejan a neuronas inconscientes,
inconsistentes.

De intentar matar a un abigarrado facultado,
inteligente, histérico, agresivo, engreído.
Intervenido por un amigo rugbier,
que inquirió a calmar los nervios
haciendo una focaccia.

Pretérito.

La temperatura ascendía a medida que se alejaba del ecuador.
¿Había sido alguna vez al revés?
Los pulmones crujían extrañamente
por debajo de las brasas húmedas que alguna vez fueran plexo.

Solas,
las ideas se escapaban por las narices o los oídos,
escudriñándose entre las vibraciones de dolores agudos, punzantes,
filos de dagas y golpes de puño.

Puñaladas.

Ávido de descanso,
el cuerpo flota,
sobre escamas de pieles y huesos rotos.
Suspenso suspendido,
entre edredones añosos y crucifijos empeñados.

Recuerdos.

Y muerte.




(texto díscolo y febril)