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. 31 de enero de 2007
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Balconeando, mirando la escena desde arriba, podés ver las cosas claramente...
Pero eso no es lo mismo que volar por encima las nubes, ellas no nos dejan ver lo que pasa cerca del suelo...

No importa. Yo acá estoy entre las brumas y tinieblas caminando tembloroso y con pasos pequeños, dudando a cada instante con temor a modificar mal el futuro...

Pero cada tanto me detengo y miro hacia atrás, y es entonces cuando entiendo algunas cosas, o es entonces cuando me doy cuenta de algunos de mis pensamientos.

( E s p a c i o d e p u b l i c i d a d )

. 28 de enero de 2007
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No sé que tiene Nove, pero a mi me gusta leerla. Hubiera sido genial que se me hubiera ocurrido comentárles de su existencia desde el comienzo, pero bueno, no, no soy perfecto.

Ella cuenta toda su historia, aunque la acción principal ocurre hace como diez años.

Yo me copé desde el comienzo, y en algún post me nació decirle esto:




Una discusión perdida desde el comienzo.

Un secreto que desgarra.

Una pared que separa la cordura de la locura.

Una silla.


Un beso en la frente para que las niñas buenas duerman bien esta noche.


Un secreto desgarrando las entrañas.

Una olla repleta de gusanos.

Una luna sin luna.

Mi dolor ajeno de mi cuerpo.


La confianza rota en un vaso sin fondo, repleta de sangre y furia.


Una rosa blanca marchita.

Un terrón de azúcar sucio.

Una mariposa quemada. En un vestido con moño.


El amor seco por dentro, infestado de rabiosas hormigas coloradas.


(y viceversa)

Post encadenado

. 24 de enero de 2007
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El siguiente post fué redactado siguiendo las instrucciones de Maguila en el blog del Sr. Fodor Lobson y son las siguientes:




  1. Agarrá el libro mas cercano.


  2. Abrí el libro en la página 123.


  3. Encontrá la quinta frase.


  4. Posteá las siguientes 3 frases en tu blog junto con estas instrucciones. ¡No te atrevas a buscar un libro “ cool ” o “ intelectual ” en la biblioteca! ¡Ya sé que pensabas en eso! La primera instrucción dice sólo que sea más cercano.


  5. Emperná a cinco personas.






Así que yo procedo a tomar el libro más cercano... pero no sirve... es un diccionario de sinónimos y antónimos, que no lleva las páginas numeradas.


Tomo el siguiente, excelente, tiene una página 123, ah, pero no tiene 5 párrafos...


Tomo el libro que le sucede y encuentro lo siguiente:





"Fue realizada en parcial e inadecuado reconocimiento de su repentina pérdida por algunos que la querían. Si monumentum requiris circumpisce.

-Esa es la segunda broma. Significa que aquéllos que quieran ver el monumento erigido a la memoria del sahib Kurban deben mirar hacia la casa. Y, sahib, allí no hay casa, ni pozo, ni ni depósitos a los que ellos llaman dams, ni arbolitos frutales, ni ganado."




Rudyard Kipling. Cuentos de la venganza y de la memoria.





No pretendo que, ustedes mis lectores, se encuentren obligados por los agüeros de maldiciones e innumerables castigos al no realizar la cadena, así que no les transcribo la cantidad de males y pesares que sufrirán los que no lo hagan.


Digo... así, por lo menos los que sean hipocondríacos, deberán usar su imaginación.



Ese libro, lo leí hace años, es una modesta traducción que venía como entrega en un diario del domingo. Es un interesante libro de aventuras. Kipling es un aventurero.


Me gustaría que hubiera sido otro libro, o quizás alguna frase más interesante, pero justo vino a caer la suerte en el epitafio de un capitán de la caballería asesinado por unos rebeldes medio idiotas.


En fin, si quieren seguir la cadena, están en todo su derecho, y si quieren padecer, a modo de ejemplo, alguna enfermedad venérea, o perder el poco pelo que les queda, no lo hagan...

Visita fugaz, cándida e inconsciente

. 23 de enero de 2007
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Nos cruzamos.
Te sonrío, me sonríes.
Extiendo mi mano, Kaitos, digo.
Aprietas con sorpresa, me dices hola y tu nombre.

El sol arde a mis espaldas,
las nubes cruzan el cielo,
y un perfume a pan recién hecho,
se confunden entre el fresco de los pinos y eucaliptos.

Sigues sonriendo,
Me tengo que ir, mascullas,
pero no sueltas mi mano.
Me dices que fue un placer.

Yo respondo, siempre es un placer,
y me alejo caminando despacio.

Tú esperas que dé unos pasos,
y con cara de sorpresa y asombro,
me llamas por mi verdadero nombre.
Nos conocemos? , dices.

Esa noche te acordarías.

Te cuesta dormirte,
la excitación te embarga.
El estupor recorre tus piernas,
hasta llegar a tu vientre.

Con un sobresalto te despiertas,
la transpiración invade todo tu ser.
Un ardor recorre raudo tus entrañas
Gimes sin saber porqué.

Caes en la cama nuevamente.
No hay nadie mas a kilómetros de distancia,
en una habitación solitaria,
algo que no ves se apodera de tí.

Sientes mi mano llegar desde muy lejos a acariciarte.
suavemente desde tus pies,
sube lentamente,
una brisa suave se anticipa al tacto.

La humedad perfora el aire,
tus ojos cerrados,
tu boca abierta,
recibes estrepitósamente el calor.

Descansas sin órbita,
y sin poder encontrarme en la oscuridad de la habitación.

El placer es todo tuyo.
Sólo tuyo.
...
La próxima vez,
te prometes coraje.
La próxima vez,
probablemente no seré yo.

Aturdido

. 18 de enero de 2007
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Narración de colapso nervioso



Cierro la puerta diciendo:
"Ya no te quiero en mi vida"

...

(Risas)

...

Alguno de ellos siempre me acompaña.
Hoy estoy con él.
Pero no estamos de ánimo como para hacernos compañia.


Diecinueve horas,
Veinticinco minutos,
Dos segundos.
Solo.

Encuentro piel muerta debajo del cadáver.
Me sorprendo.

Un viento helado llega a mí desde las rías.
La sangre recorre mi cuerpo.
Cae perpendicular al piso.
Ya no hay viento que la pueda mecer.


Me pierdo en la ciudad que mas conozco.
Luego recuerdo que me encuentro a unos metros del mundo.


Estiro un brazo, una pierna.
Otro brazo, otra pierna.
Una mano.


Posición fetal.

...


El rocío moja mis pies.
Germino.

...

No sé cuántas horas,
No sé cuántos minutos,
No sé cuantos segundos.
Vacío



Sólo recuerdo que dos veces dije
"Gracias, no tengo hambre"
Pero no recuerdo haber comido.



Tres días,
Cuatro horas,
Treinta minutos,
Diecisiete segundos.
Golpean la puerta.



Apreciación sentimental de reacciones pedagógicas al estímulo emocional

C I E R R O E L P A R É N T E S I S

. 13 de enero de 2007
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Según lo ve mi hermana...

. 11 de enero de 2007
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ME IMAGINABA CIERTOS COMENTARIOS EN TU PSEUDO-DIARIO INTIMO VIRTUAL.

A ESTO ME REFERIA CUANDO DIGO QUE NADIE, EXCEPTO TODOS LOS DEMÁS, SABEN DE TUS COSAS.

TE RECOMENDARIA QUE DEJES, DE UNA BUENA VEZ POR TODAS, DE HACERTE LA VICTIMA, Y ENTONCES ASì TUS DESDICHAS VAN A SER MENORES.

NO TE PIENSES "EL SALVADOR", NI "EL TIPO MAS COHERENTE", NI LA "GRAN MANO DERECHA" Y POR SI NO SABES COMO SIGUE LA CANCIÓN, YA QUE VEO QUE LA USÁS: "TU CASA ES CASA DE LOCOS...Y TU TAMBIEN OTRO POCO"

A VECES, LO QUE SE CRITICA EN LOS DEMAS, NO ES NI MAS NI MENOS QUE DEFECTOS PROPIOS QUE NO QUEREMOS VER, NO?

DE TODAS MANERAS, ME AGRADA COMPROBAR, QUE A PESAR DE LO QUE CREÍA, NO SOS PARA NADA UN AUTISTA...EXPRESÁS CLARAMENTE TUS PENSAMIENTOS...SOLO QUE NO LO HACES DE LA MISMA MANERA EN TODAS PARTES.

Mi mundo

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El mundo que controlo y depende de mi permanencia, mi preocupación, mi respiración y mi acción, se circunscribe a un planeta chiquitito de algunos cm de diámetro total, repartidos en varias cavidades anatómicas.

El resto de los mundos y el mundo en general, no depende de mi, ni un poquito. Salvo que el dueño de ese otro mundo chiquitito, así lo decida.

El dueño, también, puede excluir mi aporte en el momento que él lo decida, y mi situación inicial (de iguales cm de diámetro) no se verá en ningún momento alterada.



(Y una pista para los que no entienden... un ejemplo: Si alguien lee este blog, es porque le interesa lo que sucede en esos cm, aunque quiera demostrar lo contrario)

Para los que no saben leer ni escribir

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Transcribo un extracto de la Constitución de este Blog

Este blog se reserva el derecho de admisión y permanencia.

Sí, discrimino.

Según la Cooperativa de Deshauciados de Montevérgine, en este Blog se prohíbe el acceso de gente que no sepa escribir en algún idioma establecido como tal (excluyendo el geringoso).


Este blog tiene en consideración a personas que por motivos de fuerza mayor no pueden hacerlo.

Pero los mensajes de personas que habiendo tenido todas las oportunidades para aprenderlo, y aún así se resistan a utilizar un idioma establecido como tal, serán publicados de acuerdo al humor de la CDM al momento de la revisión.

También se eliminarán aquellos comentarios que manifiesten o promuevan la violencia ortográfica.

La CDM se encargará de revisar cada caso en particular y excluir aquellos que sean faltas menores o de circunstancia o las que sean sugeridas por el autor como necesarias para un texto.

Aquellas personas que no sepan/puedan/quieran leer con el detenimiento necesario tanto los textos en sí, como las advertencias y aclaraciones de este blog (más allá de la ortografía, eso que dice en la parte superior de este blog, ahí a la derecha de su monitor), y lo demuestren en sus comentarios, serán excluídos.

El texto completo puede ser solicitado en ventanilla.

Mi querido agente 003

. 9 de enero de 2007
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Lo que les voy a contar, a algunos les va a tomar de sorpresa, otros ya lo saben. Lo amo.

Hace bastante tiempo que está conmigo. Ya casi ni lo oculto. A veces me avergüenza, pero igual seguimos juntos.

Él nunca me lo dice, pero yo sí. Lo quiero. Lo mimo y cuando me deja, lo cuido. Últimamente lo tengo algo abandonado. Pero creo que es él el que me aleja.

A veces me maltrata, me pega patadas y hasta en una oportunidad me mandó al hospital.

No me dijo nada, ni perdón, ni nada. Yo no le exigí nada. Sé que lo que hizo, lo hizo sin pensar. Si pensara no me lastimaría, Aunque no me lo diga yo sé que me quiere.

Él es bueno. Hasta mi viejo lo quiere. Lo acepta como es. No sé si sabe cuánto lo quiero y lo que nos une. Supongo que si no se dio cuenta, es porque no quiere verlo.

Pero algo está mal entre nosotros. Él ya no es el mismo que era. Está cambiado. Yo también cambié.

Es unos años menor que yo. Pero a veces me parece viejo. En realidad, tiene mucha vitalidad, alegría y lo que mejor le sale es la comedia, y especialmente de humor negro. Bah, es lo que a mí más me gusta de él.

Algunas veces me metió en líos con su raro humor. Una vuelta estábamos Ana y yo con él. Íbamos por una calle en la que la gente hace deportes y se puso a gritarle a una señora, que por más ridícula que se viera con lo que tenía puesto y los movimientos que estaba haciendo, no se merecía semejante exposición y falta de respeto. Tuve que pararlo. Aunque después con Ana nos reímos de la situación, él se quedó callado el resto del viaje.

Ya casi no hablamos. Yo le hablo, le canto, a veces lo hago excesivamente mal adrede, para provocar en él alguna reacción... pero nada. Siempre en silencio.

Compartimos todo juntos. Pero no me habla. Yo lo penetro con ternura y no dice nada, con fuerza y no dice nada. Le pego y no reacciona. Sólo cuando lo piso dice algo, capaz le molesta o le gusta... aún no lo tengo en claro. Pero reacciona. No sé que será... quizá algún un trauma de la infancia.

Ahora me voy de vacaciones una semana solo. De mil y un formas me hizo saber que no quería venir conmigo. Pero nunca me lo dijo explícitamente. Hoy lo entendí. Mañana saco mi pasaje. Él se queda porque así lo quiere.

Una amiga me dijo hoy (ayer) que pensara en ella. Pero le mentí. Pienso en él y voy a pensar en él. En su calidez, en su ser tosco y duro, aunque ágil de movimientos. Es mugroso, siempre sucio. Me gusta bañarlo, sé que él lo disfruta también. Después lo penetro distinto, con otro sentimiento. Pero él es el mismo. Silencio, sólo hace ruidos guturales. No me habla.

Voy a pensar en él bastante en estos días. Mi hermana sabe algo y me dio una semana y media de tiempo para que le pague su silencio. No quiero afrontar nada aún, no es el momento. Y no quiero abandonarlo. Pero quizá sea lo mejor. No lo sé aún. Y no sé que voy a hacer. Si pagar y dejar todo oculto, o hacerme de coraje y decir lo que realmente siento. Capaz que no vale la pena. Capaz que nos quedan pocos días juntos.

Lo quiero aunque no me hable, aunque no me escuche, aunque me abandone, aunque me tire en cualquier parte. Lo quiero y mañana también se lo voy a decir.

The entrancing Flame

. 4 de enero de 2007
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Heymer
Continúo con Ella, con sus ardorosas necesidades en la facultad -






Era una clase aburrida, lo sé. Pero nunca imaginé que los acontecimientos de esa mañana derivaran en tan extraña situación.




En el anfiteatro el constante murmullo de los cautivos estudiantes, era obviado por una profesora que pretendía explicar temas inéditos para ella. Algunos hacían el intento de seguir sus divagues a través de las membranas y organelas. Pero para la mayoría la penumbra cómplice del salón volvía a la clase una actividad insostenible.


Entre todos los asistentes, Ella sobresalía cerca del fondo del aula. No sólo porque había llegado tarde, sino porque a pesar que el frío se hacía sentir, Ella se abanicaba sonoramente con una guía de trabajos prácticos.


Su intención no era otra que la miraran. Siempre lo sospeché, pero no me imaginaba con qué inteciones estaba buscando la atención. En un principio pensé que sólo lo hacía para que todos supiéramos que estaba alli, como si a algún ser humano se le pudiera escapar su presencia.


Desde mi ubicación pude observar todos sus movimientos al detalle. Mientras se acomodaba el pelo, jugaba con sus labios, y refregaba sensualmente sus piernas una con otra.


Se reclinó hacia adelante y pude observar como soplaba eróticamente la nuca al afortunado muchacho que se encontraba en la butaca de adelante.


El jóven se sobresaltó, y creo que hasta la llegó a rozar con el manotazo que pegó de la sorpresa.


Ella se retiró y le guiñó un ojo. El no entendía nada y sonriendo se volvió, tratando de volver a prestar atención a las palabras de la profesora.


Acomodándose en el asiento, Ella se mostraba confiada. Con una mirada de convicción y revancha aguardó unos instantes, al cabo de los cuales se volvió a inclinar suavemente hacia su compañero, y descaradamente le besó la nuca. El giró la cabeza molesto en un principio, pero al ver la cara derrochante de deseo y placer de Ella se volvió a acomodar, ahora preparado para que Ella continuara.


Ella regresó a su interés, pero con una mirada distinta, más provocativa y malvada.


Le paseó su lengua por la nuca y jugó sensualmente con las orejas del ahora excitado joven. Apoyó su mano en el hombro y lo comenzó a acariciar lenta pero certeramente. Lo presionaba hacia ella, lo atraía a su boca de fuego. En un instante lo oí gemir, un gemido intenso pero ahogado. Ahora ella paseaba su mano por su cuello y lentamente se dirigía a su pecho debajo de la camisa.


Me percaté que Ella se estaba acariciando lujuriosamente con su otra mano, se tocaba por sobre la tela de sus jeans, pero ferozmente, como si se los quisiera arrancar. Sus ojos estaban desorbitados, pero cuando miraba infundía temor. Estaba encerrada en su placer, sus ojos ardían, como lo hacía todo su cuerpo.


Empecé a mirar al afortunado joven, de pelo castaño, bastante bien formado, por lo que podía presumir que era rugbier. Mantenía los ojos cerrados y tragaba saliva entre sus respiraciones entrecortadas. Estaba en su clímax, y Ella se encargaba de hacerlo persistir, con sus mordiscos y sus caricias.


La mano se perdió dentro de la camisa, llegando a su cintura, en una posición bastante incómoda a la vista, pero ambos seguían en su trance como si fuera algo natural. Ella lo obligaba a girar la cabeza con sus movimientos y lo besaba frenéticamente. Se refregaba su cara en la de él. El buscaba con su boca y con su lengua regresar al calor de su aliento, la calentura no le dejaba abrir los ojos. Ella se lo ofrecía solo de a ratos, como un premio.


Ella gemía suavemente, y los espectadores la sentíamos vibrar. Su calor se expandía por todo el anfiteatro y ya quedaban pocos que no se percataran de la situación.


Él respiraba con contracciones cortas, eran mas las pausas y gemidos que su respiración. En su cara solo se veían expresiones de placer, ese dolor placentero. Sus manos buscaban con torpeza liberar algo de presión, pero le resultaba difícil liberarse con la mano de ella tomándolo furtivamente. El clímax podíamos sentirlo en el aire. Ella gozaba. Exhalaba gemidos mudos. Se notaba que se esforzaba por callar sus gritos. Su otra mano ahora estaba perdida en lo mas fulguroso de su ser. Los sentí llegar. Fue intenso. Él había alcanzado a liberarse de la esclavitud de sus pantalones, segundos antes que todo terminara. Ella duró más. Reiteradas veces pensé que llegaba al fin, pero volvía a expresarse una y otra vez.


Se regodeaba con la labor cumplida, aún gemía y un sudor le recorría todo el cuerpo cuando la profesora dió por terminada la mejor clase del año.